Sasia comenzó, hace 70 años, reciclando los desechos de algodón de las hilanderías establecidas en las antiguas colonias, transformando estos desechos en fibras que volvían a ser
incorporadas al hilo. Hoy, la empresa, que emplea a 30 personas, mantiene el mismo espíritu, aunque con materias primas de otras zonas geográficas y distintas unidades productivas, que,
tras pasar por el proceso de reciclaje, se incorporan a artículos de moda, ropa de cama, automoción, horticultura, construcción y geotextiles.
El futuro, cree el administrador Miguel Silva –quien también está acompañado por su padre y fundador Libório Silva y, desde hace un año, por su hija Mariana Silva–, pasará por una apuesta
por el reciclaje postconsumo, área ya contemplada en la inversión de 10 millones de euros que Sasia tiene en marcha hasta 2025, y que ya ha llevado a sus instalaciones la primera trituradora
Jumbo de siete cilindros, diseñada especialmente para la producción de fibra para hilado, construida por Andritz.
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